Cuando asciende la escalera
crece y se divide el aire
como un bumerán regresa
a las tardes limpias donde
las suelas demasiado
duras pueden convertir
unas simples alpargatas
adquiridas al tuntún
en unas insoportables
zapatillas ruidosas.

José Pómez
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Mofa, baile perenne que aquí todo es medido,
mis sensaciones solas los esfuerzos solemnes,
concluyen derretidos los pasos controlados,
pensamientos pesados el llanto del que llora,
la risa del que ríe. Sí ayer me lo contaron.

Tus derechos son míos son los mismos derechos,
y tú también los tienes sin comprender desvío,
al respetar los míos me parece imposible,
nos perdonan los muertos con sus voces tapadas,
miles de almas calladas sin servir para nada.

La Tristeza de Blanco Luchaba por Palabras
con el Corazón Válido, sus pesas te reclaman
para medir de nuevo los trece mil dialogos,
entretienen la espera quizá más importante
y cuando se desmide lo medido con sombras.

Porque no se conducen las esperanzas solas,
necesitan los brazos y las tardes serenas,
confío que me equivoque en los cálculos nuevos,
con medida electrónica se aclare incertidumbre;
que la necesitada es el alma bien medida.

José Pómez
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Cuando las palabras graves,
dilatan el corazón,
ponte rápido a escribir;
ocurre en tu cara poeta,
lo más hermoso del mundo:
tu poesía resbala.

José Pómez
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Indiferentes
callan con la paciencia
trece valientes
columnas olvidadas
cumplen su cometido.

José Pómez
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Con dolores en el alma
y con el corazón lleno
de amor verdadero. ¡Sana
poetisa, perfecta, madre!

Naciendo la primavera
hoy siento contradecirte,
las flores no se retiran
buena amiga Carmen Flores.

Porque alegran a personas,
muchas como tú y como yo.
Ya lo tiene decidido
Dios, lo ha dejado escrito.

Las flores no se retiran
buena amiga Carmen Flores
naciendo la primavera
hoy siento contradecirte.

Te besan brisas celestes,
con nuevas fuerzas tus músculos
sostendrán tus dedos fuertes;
Dios te lo permite. ¡Vuelve!

Las flores no se retiran
Buena amiga Carmen Flores
naciendo la primavera
hoy siento contradecirte.

Las flores no se retiran,
siempre regresan al Sol
de la primavera, y llenas
de vida dan tus colores.



José Pómez
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CUANDO REVIVO EN LA NATURALEZA

Cuando revivo en la naturaleza
con esta flor pequeña en el pecho;
para comprender quien soy necesito
retener el derecho…

De tu misterio dama fugitiva,
y tengo que mirar a tu mirada,
en ella permanece escrita toda,
recordando varada.

Mi vida que es mezclada con tus ojos,
y allí los dos jazmines son pintados
y tengo que mirar tu rostro triste
con oídos plegados.

Que ya no oyen las rimas insensatas,
las culpables del llanto y de su eco,
y tengo que mirar hoy tu cabello
con mi corazón hueco.

Porque es inevitable, --sorprendido
por el viento-- no verlo, pensativa
estás mirando al mar con esperanza,
hoy te sientes más viva.

Intuyes que será flor de tu hogar
cuando llegue el momento de la pluma,
quiero que sepas que tienes mi apoyo,
cuenta con mi espuma.

Y tengo que mirar siempre a tu frente,
en ella permanece él mi consuelo,
tu pensamiento que a mí me describe:
como el peor modelo.



José Pómez
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NADIE QUIERE PERDER NADA POR NADA,

Nadie quiere perder nada por nada,
y todos perderemos todo, nada
nos acompañará, las pertenencias
jamás nos pertenecen, nos dominan,

se convierten en lastre para el alma,
el espíritu gana las batallas;
como tu vida muestra la derrota
es difícil seguirla a diario,

tan ligero de pies camina el pobre
que intentarlo resulta necesario;
como necesidad que tú no tienes.
¿Acaso valle sobran los mejores?

Si aprendemos con tu ejemplo de Padre,
entonces sí tendremos esa larga
caminata de Paz por ti trazada;
comprenderemos el mundo y la vida.






José Pómez
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El desvío invitado de terrores
quedó para soñar tres mil colores,
le fortalecen duras pinceladas,
quedó pintada la fuerza del puma
en el nudo profundo. Los temores
encorsetados van en las miradas
del aire que tropieza con la bruma;
crecen los infundados, los peores,
por desaparecidos son dolores,
ya no escuchan conciertos en las plazas,
--tenaz conversadora de terrazas--
y nunca se mejoran, hoy manaron
las corrientes que en mi pecho alojaron.

Cuando ya no se puede sufrir más,
y cuando el sacrificio por amor
ha llegado a su máximo exponente,
ya sin tiempo, sin fuerzas, la crudeza
es ausencia de todo, la licencia
de otra vida, acelera la belleza
los mayores dolores del pasado,
sí ocho décadas lágrimas transforman,
corredor de la paz en trance amargo
amanece, jamás lo imaginó
con esperanza de Dios lo perfila.

En paralelo, sitio muy alejado,
diluida alegría por el mal
del tiempo derramado; como el frío
que hiela mirada, cuando destruida
agradece la calma que perdura,
y los dificilísimos clamores
de sus pisadas lentas y rendidas,
ya con la voz muy baja murmuraba:
“que la vida no sirve para nada”
sólo piensa a veces sola que:
“rostro desdibujado no se lleva”.

José Pómez
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Los pájaros llegan
y me cuentan sus cosas,
muchas cosas de allí...
...espero y confío
que no te moleste, orilla,
pero si lo pides
no te enviaré
más ningún poema;
pensé y creí, orilla,
que te gustaría
leer un principiante
en el arte de las letras
difundirlo ampliamente orilla,
ya sabes el mal que aqueja
a estos seres que escriben;
quieren los malditos
que incluso los lean,
fíjate, orilla, bueno,
eso que no te preocupe
soy.


José Pómez
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Con el dulce de la brisa no se funda tu altibajo,
ni el olivo que no vela sonríe con el badajo,
sin temor y sin las hojas nunca juegues con el ajo
que en los negros riachuelos es como un escarabajo.

El miedo desenfadado se alimenta con hierbajo,
sueñan las niñas persiguen cometa azul sin trabajo,
cuando quieras amar ama que el agua sigue el atajo
con rencor no se recuerda norte como el estropajo.

Juntas, jirones, jorobas en época del relajo,
con gruesos labios curvados se proscribe el desparpajo,
con venganza no se avanza ni se esculpe en el legajo
de la verdad absoluta que sintetiza el refajo.

Y así fue, es, y será; con el nivel más bajo
en la ribera del Duero construimos el sombrajo,
siempre con la fresca sombra regalamos el dornajo;
terca otra vez se repite primavera bocabajo.


José Pómez
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Con el dulce de la brisa no se funda tu altibajo,
ni el olivo que no vela sonríe con el badajo,
sin temor y sin las hojas nunca juegues con el ajo
que en los negros riachuelos es como un escarabajo.

El miedo desenfadado se alimenta con hierbajo,
sueñan las niñas persiguen cometa azul sin trabajo,
cuando quieras amar ama que el agua sigue el atajo
con rencor no se recuerda norte como el estropajo.

Juntas, jirones, jorobas en época del relajo,
con gruesos labios curvados se proscribe el desparpajo,
con venganza no se avanza ni se esculpe en el legajo
de la verdad absoluta que sintetiza el refajo.

Y así fue, es, y será; con el nivel más bajo
en la ribera del Duero construimos el sombrajo,
siempre con la fresca sombra regalamos el dornajo;
terca otra vez se repite primavera bocabajo.


José Pómez
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Un gesto, una obra
con desconocido
que mece viento, soy
yo José en la roca;
Que no se me olvide
su gesto conmigo
eso que usted hizo
clarifica su alma;
su obra perfecta
ya está conmigo,
preferente faro
en la lenta noche
será bendiciones
que no se me olvide.
Sólo desearle
que Dios se lo pague
con más bendiciones,
a Él no se le olvida.


José Pómez

Bellos son sus sonidos,
nuevos para mí. Poeta,
río, luna, silueta,
transmiten sus latidos.

Le escribo con respeto:
por dirigir la fuerza,
por componer un dueto,
por darme esa su fuerza,
perfecta donadora,
y alegrarme la tarde,
permítame Señora
el siguiente alarde:

…el decir que la adoro
atracando en su puerto;
ahora he descubierto
que esa rana es de oro.


José Pómez
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LA LUZ Y EL UNIVERSO SON PINCELES CON TECLAS

La luz y el universo son pinceles con teclas
del Dimensionalismo en el abdomen que crece
fuera: como palmeras, amanecen las teclas
pulsando mi corazón, arrancándome trece
estrellas de luz blanca, contigo y conmigo
sensaciones de verdes, los cánticos de rojos,
los hilos amarillos, y él; mi azul enorme
dentro: --queda pintado-- pensamiento de antojos,
tus creaciones vivas de alma multiforme.


José Pómez
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Compruebo los dormidos vestuarios,
luz, faro, aguja, brújula: mi libro
reúne trozos, todos necesarios
preparando cometa con tu libro.
Toda la vida es tránsito educando,
y te comprendo que meditas zana,
perdí el corazón, y lo halle escuchando…
con coherencia lo más fácil gana.

Pronto se acortará la escalinata
del confín alumbrado con tu fuerza,
pronto comenzará desiderata:
delfines bendecidos con tu fuerza.
Con esta nueva llega la salida,
el sentimiento brota y se aduja
con estos pies en llamas por la vida,
conforme a tu palabra es esta aguja.

Es río de mi fuente y con la madre
es monte, monte, madre Soledad,
orando con el Padre siempre Padre,
contemplando la gracia, la verdad.
Con el agua salada ya se alegra,
te confieso que hasta la retina
--con lectura-- se orienta mi alma negra;
meditando la salve por divina.



///> (...) <\\







José Pómez
jose@pomez zzn com
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ECHANDO TIERRA AL VIENTO PROLIFERAN MOLINOS

Echando tierra al viento proliferan molinos,
tallo de trepadora con la verdad se trunca,
confluyen doloridos amargos torbellinos;
si quieres verlos dormir no desesperes nunca.

Acompáñame mujer cuando en mi letra manca,
se rodea tu brazo como si fuera monte,
que sin ti nada ocurre, jamás florece, nunca
la hoja rompe tu cuerpo, yo te ofreceré mi frente.

Por ti, siempre es por ti y puedes fabricar un puente,
Sí, puedes intentarlo con los atardeceres,
porque siempre es por ti, si, pasión está presente;
será de los mejores, traslada, procederes.

¿Quiere que te lo diga? Tu alma es mi alma salada,
préstame tus oídos con las pisadas flojas,
que está sobre tu cuerpo, pupila dilatada;
y compréndelo islote: todos somos las hojas.

PERMANECEN LOS HELECHOS SALUDANDO SOMBRA VERDE

Permanecen los helechos saludando sombra verde
proyectada en la pared arriba del pozo blanco.
Y tú juegas, y recorres la sombra de tu Sol que arde,
y con tu salada llama tú logras ese perfume.

Recordado de por vida ya se abre el intelecto
mezclando la tarde rota con el valle de tu ser.
Lo que sientes te lo noto, sonriendo contradicción,
amando miradas solas y delante de la puerta.

La razón enamorada bendice con sentimientos,
y lo pierdes y lo ganas al volverse los helechos
indiferentes, se alejan, cuando brillan con la lluvia,
y arrogantes se alejan, describen la lucha tristes.

Tú aquí y yo contigo, siempre, no temas nunca humillarte,
sonríe y me lo dices, como pensamiento el líquido
de tanto silencio suena: “mi amor estás hoy muy triste,
los empedrados caminos acompañan de por vida”.

Los recuerdos de mortaja, me acarician la corteza,
blanca soledad bendita, no grita tu alma dorada
al necesario abandono. No me preguntes: ¿Por qué
personifico tu lucha? Cantabas sin energias

Tu tristeza me miraba leer la luz de las estrellas,
al llegar la primavera con montaña de tristeza,
nunca te oí un lamento. Recordando tu sonrisa
en el patio de mis flores estaré siempre contigo.










José Pómez
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