Monday, December 12, 2011

Fugaz en manos como niebla hueca apantalla
los errores del vuelo de la lenta osadía,
el horror que se pierde en zona es la lejanía
de visibilidad de los rostros de batalla.

Cumbre borrosa de mano seca propulsora
observable con tarde de libro de espigados
que exploran el cañón impreciso y obstinado
en la configurada biblioteca de ahora.

¿Dónde importa la tierra el viento y hasta la calle
indivisible como la molécula experta
de algunos de vosotros que se encuentra en la puerta
con el leído gesto, o el escrito detalle?

Con sus cuerpos de viento y enfrentando sarmiento
del cante terminado que nace entre  la escuela
del vértigo engendrado y la tierra del talento
narra con lengua del este antojo de gacela.


José Pómez


Fugaz en manos como niebla hueca apantalla
los errores del vuelo de la lenta osadía,
el horror que se pierde en zona es la lejanía
de visibilidad de los rostros de batalla.

Cumbre borrosa de mano seca propulsora
observable con tarde de libro de espigados
que exploran el cañón impreciso y obstinado
en la configurada biblioteca de ahora.

¿Dónde importa la tierra el viento y hasta la calle
indivisible como la molécula experta
de algunos de vosotros que se encuentra en la puerta
con el leído gesto, o el escrito detalle?

Con sus cuerpos de viento y enfrentando sarmiento
del cante terminado que nace entre en la escuela
del vértigo engendrado y la tierra del talento
narra con lengua del este antojo de gacela.


José Pómez


Sunday, December 11, 2011

Hipocampo del desierto
que fabrica unos baberos
bordados de mil luceros
con punto de cruz abierto,
cruza la calle alegría
si actúa el injerto tiempo
lo canta después de un tiempo
con diferencia y porfía.

El delantal sutil duerme
y actúa con diferencia
va enredando su potencia
en los codos sin que merme,
su alma actúa cuando crece
la unión que la significa
con principio de barrica
espera y rejuvenece.

Hipocampo empieza actuar
en terreno individual
su entusiasmo occidental
rebrota al pedalear
con seguridad de besos
sin derrotas de promesas
abiertas en las perezas
que visitan los cerezos.

Tala en la sombra lavada
bosque de ocume que ofende
cuando en lago se defiende
que no abunde nunca nada;
mucho, mucho es, demasiado,
es como un balancín blanco,
y como el futuro franco
inseguro abetunado.

Cuando actúa ampara inmensa
construye el ofrecimiento
el viaje al conocimiento
el camino que comienza,
el señalero escultor
cultiva solo el jardín
y le ayuda un querubín
que decora su interior.





Se ocupa en libras viradas
y se aguanta en lo que sabe
la ola del mar que lo sabe
compra flores invitadas,
retortero actúa actúa
su espacio obstinado justo
vale porque es muy robusto
cuando lo decora actúa.

Caballito embravecido
ondulado pensamiento
oneroso pegamento
ignorante y atrevido;
fuerte espuma cuando actúa
y realmente lo compruebas
que olvidan las cosas nuevas
en los días que no actúa.

José Pómez