Veámonos en los versos alados
como cuando se posan en antenas
los mirlos que van a dormir sus penas
junto a la teja negra en los tejados.
Como agua dulce de los recitados
eres sol de mano aunque la condenas
--y te repliegas en rimas serenas--
la verdad no es mentira con peinados.
Pensamiento colmado en contenido
tu alegría suscita la obediencia;
puesto que en el silencio va el sentido
no busques los suspiros por mi
ausencia.
Si es que musitas sin lógica alguna...
se abre con pellizquitos a la luna.
José Pómez
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