El ratón y la leche frita de las
canteras
como el mayor temor de toda mujer
delgada
puede unificar sueños, quizá la
primavera
se una con la emoción de unas manos
enlazadas.
Picoteando puede asomar la cocinera
mostrando agua de nubes en gotas y en
la gala
descendiendo a la carrera una y otra
ladera
so inocente enseñando como avanzan las
alas.
Puede tan generosa entonar esas
canciones
que lleva el alma juntas como racimos
blancos
y cuelgan brisas con inquietudes de
ratones.
Sobre los muchos todo el silencio se
hace estanco
con el jazmín difícil y el lugar
adecuado
la paz que ves deshoja risueña el
arbolado.
José Pómez
http://pomez.net