Nada, nada de armiño.
Temporal permanente
terciopelo enfrascado
arroja bocanada
en mano y en la calle,
sobrepasa el impulso
del bosque la arboleda
y donde no importaba
suspiro empantanado.
No muy grande el exilio
los blancos permeables
y hasta el número nueve
parecía montaña;
recuerdo emocionante
pequeñez exquisita
letrero indicador
de giro y de revuelta.
Es tu convencimiento
queda así prohibido
causar más sufrimiento
leyéndote contesto:
no importan los factores
te escribo lo que pienso
a veces sin la rima
la valiosa miguita.
José Pómez
http://pomez.net