Tuesday, November 06, 2012

Mueve el ser que jamás se ha rendido
embarrancadas todas prisioneras
las lágrimas de los ríos con lanzas,
tus dolores y los míos, y trenza
un arco de manzano sosegado.

Irrumpe con la ortiga del decoro
busca en ella la noche el nuevo día
y el perno atornillado que se expone,
nos lo encontramos solo en la sirena
cuando muestra la sed de todo el aire.

Porque la vela es la lente en la noche,
el sentido de la gota y del sur
del triste hormigón y tan bien mordido;
como en un filamento de rutina
aprender para siempre que es a todo.

José Pómez
http://pomez.net